En España, la Ley de Extranjería regula diferentes tipos de visados para permitir la entrada y estancia de extranjeros en el país, dependiendo del propósito y la duración de su estancia. Los visados más comunes incluyen el visado de corta duración o Schengen, que permite estancias de hasta 90 días para turismo, negocios o visita a familiares; y el visado de larga duración, que se expide para aquellos que desean residir, trabajar, estudiar o reunirse con familiares en España por un período superior a 90 días. Existen también visados específicos, como el de estudios, de trabajo, de residencia no lucrativa, y el visado de emprendedores, cada uno con requisitos específicos en función del motivo de la estancia. Todos los visados requieren la tramitación previa en los consulados españoles del país de origen del solicitante y el cumplimiento de ciertos requisitos legales y administrativos, como la presentación de documentación que acredite el propósito del viaje, la solvencia económica, y en algunos casos, la contratación de un seguro médico.