En España, la adquisición de la nacionalidad está regulada tanto por el Código Civil como por la Ley de Extranjería, permitiendo a los extranjeros obtenerla bajo ciertas condiciones y requisitos. Los principales métodos de obtención incluyen la nacionalidad por residencia, que requiere un período de residencia legal y continuada en el país, generalmente de diez años, aunque este plazo puede reducirse a cinco, dos o un año en casos especiales, como para refugiados, personas de origen iberoamericano, o personas casadas con ciudadanos españoles. Otros métodos incluyen la nacionalidad por opción, destinada a personas que tengan vínculos familiares cercanos con ciudadanos españoles, y la nacionalidad por carta de naturaleza, que se otorga de forma discrecional por el Gobierno español por razones excepcionales. La normativa también contempla la posibilidad de conservar la nacionalidad de origen bajo ciertos supuestos, aunque, en general, España no reconoce la doble nacionalidad con países que no tengan un convenio específico.